Alegría

El domingo, 4 de agosto, vivimos con gran alegría la inauguración del pequeño parque que hemos construido en la escuela de Menteh en memoria de Cyprian Ndifor. Al acabar la misa, bajamos en procesión hasta la escuela y, tras unas palabras mías, la mamá de Roland Ngangmi (que ha contribuido al proyecto desde Inglaterra) y Simon Ndifor (papá de Cyprian) descubrieron una placa conmemorativa. Luego Romeo bendijo el lugar y estrenamos los columpios, el tobogán, el balancín y el arco. Más tarde hubo cantos y una comida compartida preparada por la comunidad cristiana de Menteh.

Cyprian Ndifor era un joven de Futrú a quien coloqué como secretario del Centro Cultural Calasanz. Un 13 de diciembre de 1993 fue arrestado por los gendarmes acusado de haber robado una radio de un coche accidentado de la que él no sabía nada. Aquella misma noche, tras varias horas de interrogatorio y tortura, murió en la celda. Tardaron seis días en comunicarme la noticia, y sólo después de que presionáramos al gobierno a través de Amnistía Internacional. Cuando el poblado recibió la noticia, hubo un gran lamento que se escuchó hasta Bamenda. Al entierro acudieron el arzobispo, Paul Verdzekov, y muchos sacerdotes. Cyprian se convirtió para todos en un símbolo de la falta de Derechos Humanos en Camerún. Mediante este parque recordaremos que debemos seguir trabajando para que los niños de África puedan vivir sin temor a la tortura, la corrupción y la violencia.

Gracias a todos los que habéis hecho posible este sueño apoyando nuestro proyecto. Desde aquí os mando las sonrisas de estos niños y de estas mamis… Que el Señor os bendiga.