Ángel Valenzuela Santos, hermano y amigo.

Hace un mes falleció mi hermano y amigo, el P. Ángel Valenzuela Santos (1943-2020), sacerdote y misionero escolapio. Le debo este pequeño homenaje. Viví con Ángel 14 años en comunidad, desde el 16 de agosto de 1982, cuando llegamos a Nueva York para comenzar la que fue la Comunidad Escolapia de Brooklyn, hasta mi partida de Camerún en abril de 1996. Desde entonces nos unió una gran amistad y un sentido de fraternidad que ni los vaivenes de mi vida pudieron alterar. No puede escribir mucho de sus dos décadas anteriores como joven escolapio, solo de lo que yo viví… Seguir leyendo…

Adiós, hermanos

El sábado vino a vernos la hermana Valsa, religiosa india de Santa Ana y amiga nuestra. Por la noche tuvimos la última cena con la comunidad, Ángel Valenzuela (que volvió de vacaciones hace un par de semanas), las calasancias y los hermanitos de Jesús (el Hno. Ventura estaba visitando a Isidore tras un encuentro en Foumban). La velada incluyó canciones de los sesenta de cuando Isidore fue novicio en Farlete. Él se acuerda de una canción que debía sonar surrealista en pleno Monegros ya que habla de bomberos: “¿La escalera dónde está, dónde está la manguera? No perdamos el control…”… Seguir leyendo…

Alegría

El domingo, 4 de agosto, vivimos con gran alegría la inauguración del pequeño parque que hemos construido en la escuela de Menteh en memoria de Cyprian Ndifor. Al acabar la misa, bajamos en procesión hasta la escuela y, tras unas palabras mías, la mamá de Roland Ngangmi (que ha contribuido al proyecto desde Inglaterra) y Simon Ndifor (papá de Cyprian) descubrieron una placa conmemorativa. Luego Romeo bendijo el lugar y estrenamos los columpios, el tobogán, el balancín y el arco. Más tarde hubo cantos y una comida compartida preparada por la comunidad cristiana de Menteh. Cyprian Ndifor era un joven… Seguir leyendo…

Columpios

Cuando yo era niño, mi padre compró unos columpios para que tanto nosotros como las familias que venían a nuestro hotel familiar en Sariñena los disfrutaran. En el pueblo, por aquel entonces, no había otros y solíamos invitar a nuestros amigos a ese lugar tan especial. Con el tiempo, en tantos parques como he estado con mis hijos, he soñado con la posibilidad de que también los niños de Nkwen pudieran disfrutar de un parque infantil como los que tenemos en los países ricos. Estas semanas, poco a poco, el sueño se está haciendo realidad. Frente a la escuela de… Seguir leyendo…

Informática para los niños

Por las mañanas doy un cursillo de informática a los trabajadores del Centro Nazareth, y por las tardes lo damos entre todos a los niños y niñas de Menteh. Son dos horas divertidas, aunque acabo un poco cansado pues no paran de venir gente a saludarnos y a hablar conmigo y apenas hay tiempo de descanso hasta la noche. El año pasado, los escolapios hicieron un aula de ordenadores dentro de un contenedor grande al que le pusieron un tejado y le añadieron un porche. Es la mejor forma de garantizar la seguridad de los equipos informáticos, pues es difícil… Seguir leyendo…

Verano en la escuela de Menteh

Desde el primer día, los chicos se han integrado en las actividades de otros niños de la misión de Menteh-Nkwen que organizan los escolapios en la escuela. No es propiamente tarea escolar, sino actividades durante el periodo vacacional en las que algunos niños participan y que incluyen repaso de lectoescritura y Matemáticas, juegos, deportes, actividades culturales y excursiones. El recibimiento ha sido muy cálido y desde el comienzo se han sentido como en casa. Seguir leyendo…

El centro Nazareth

Menteh es una de las outstations o “capillas” de la Misión católica de Futru-Nkwen. El fon (jefe de la tribu) de Nkwen dio este terreno poco antes de que llegáramos nosotros y me tocó a mí, como párroco, realizar un proyecto para desarrollarlo. Así lanzamos en 1992 el Centro Nazareth de formación agropecuaria, que yo empecé a edificar y al que luego, el resto de compañeros escolapios, fueron añadiendo toda una serie de edificios y recursos para la producción, investigación y implantación de nuevas técnicas. ¡Quién me iba a decir que, al ofrecernos a venir a ayudar unas semanas, me… Seguir leyendo…

Nkwen, ¡por fin!

El 7 de julio, por la tarde, Javier nos llevó desde Bamendjou a Bandjoun, apenas a media hora de distancia, donde hay una comunidad en la que nos acogió Marcel Ayuni y Stanis Krzus, el último escolapio polaco que queda en Camerún. Por cierto que, según me dicen, Stanis tiene por norma evitar hacerse presente en ceremonias de cuatro horas, por lo cual le alabo el gusto. Llovía bastante, por lo que no hemos podido visitar la escuela secundaria de los escolapios, pero hemos comido muy a gusto y hemos partido para Baffoussam (foto) y Bamenda. Y aquí estamos, con… Seguir leyendo…