Conócete a ti mismo

Romeo me invitó a dirigir una jornada de formación humana en Futrú-Nkwen para los aspirantes a ser seminaristas escolapios. El tema era “Conócete a ti mismo”. Eran 19 chavales jóvenes buscando el camino de su vida. Disfruté mucho con ellos, aunque reconozco que mi francés no es igual de bueno que mi inglés y como tenía que usar las dos lenguas simultáneamente, había ratos que me atascaba. La casa de formación en la que están teniendo este cursillo fue el último edificio que construí antes de volver a España. Me he sentido feliz en ella, reviviendo decisiones de aprendiz de… Seguir leyendo…