Un padre como yo

Es un padre como yo, con una niña en sus brazos y un chaval al que protege. Ha dejado todo atrás para lanzarse a una aventura incierta que les permita, al menos, sobrevivir. Como ser humano, como hermano, no necesita ninguna otra credencial para encontrar en mi corazón una puerta abierta. No le tengo miedo. No es una amenaza. No necesito cribarlo para ver si es “trigo limpio”, como ha sugerido el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en una irresponsable y estúpida declaración que afea el compromiso de la Iglesia con los refugiados y de la que ya se ha… Seguir leyendo…