¡No en mi nombre!
Las imágenes de la masacre de Melilla son terribles, sobrecogedoras, repugnantes: decenas de pobres inmigrantes muertos y heridos por un uso absolutamente desproporcionado de la violencia. La política traicionera del Gobierno español, que se rinde a los intereses del sátrapa marroquí y es capaz de sacrificar al pueblo saharaui en pro de una frontera blindada, está trayendo todo tipo de males: el vergonzoso abandono del heroico pueblo saharaui, la incertidumbre sobre el abastecimiento futuro del gas argelino, el incremento del poder antidemocrático de la monarquía alauita, la inseguridad permanente de los territorios españoles en África… y ahora, la muerte de… Seguir leyendo…