El pasado domingo, tras la misa, fuimos a casa de Israel Rosario, “Freddy” para los amigos. Junto con su esposa, Marisela, y sus hijos Israel, Álex, Nelly y la hija de esta, Olivia, pasamos un día de mucho hablar y compartir. Marisela praparó tanta comida que incluso cenamos con todo lo sobrante junto con Javier y Conce. ¡Qué ganas teníamos de estar juntos! Hoy nos han llevado con los chicos a ver un partido de béisbol.
Freddy es diácono de la parroquia de la Transfiguración junto con Germán Martínez. Bryan se lo propuso y, tras una vida dedicada a trabajar en empresas de la construcción, fue asumiendo otras tareas sociales y pastorales como gestionar la Casa Bethsaida para enfermos de sida.
Freddy es el vivo retrato del sabio de la Biblia, un hombre cabal, sencillo, profundo, con una espiritualidad con los pies en la tierra, fiel a la vocación que, de la mano de Bryan, fue asumiendo dentro de las fraternidades de Jesús de Nazareth y la parroquia.
No ha sido fácil para él y Marisela criar a sus hijos en NY. Como tantas familias dominicanas, ha necesitado de esfuerzo y de paciencia. La diferencia de Freddy es que él ha sido siempre un buen padre, comprometido con la educación y con dar buen ejemplo a sus hijos e hijas. Por ello, Israel es hoy asistente del alcalde de NY, Di Blasio, en temas de inmigración y Nelly es una profesora universitaria y escritora de temas feministas y dominicanos que incluso ha publicados en España (“El canto del agua“).
Nelly, Israel Jr. y Álex estuvieron contando historias de los años en los que creé con Javier Bosque y otros hermanos de la parroquia los grupos de jóvenes de la Transfiguración. Aquellos años les marcaron. Hoy, como adultos, luchan por definir su fe y sus compromisos vitales. Algunos tienen la suerte de contar con padres que les sostienen con su ejemplo y fidelidad. Así son Marisela y Freddy. Dios los bendiga.
Israel Freddy Rosario
Mi Tio Freddy es un ejemplo de que “SI SE PUEDE”.
la vida nos da muchas pruebas, pero en medio de las pruebas tenemos que mantener siempre la cabeza en alto y seguir dejándonos llevar en la direccion de nuestro Padre celestial, el cual, pase lo que pase, siempre cumple SU proposito en cada uno de nosotros. Mi tio es testigo.
Tio-Primo-Padre-compadre, lo amo con todo mi Corazón.
Gracias por sus Buenos ejemplos.
La Gunga