Ana Martínez de Luco

Ana Martínez de Luco

Ana Martínez de Luco es una religiosa española, oriunda de un pueblecito junto a Vitoria, que decidió hace unos años vivir en solidaridad con la gente de la calle de Nueva York. Cuando llegó allí ya había vivido experiencias similares en Filipinas. No se quedó en alimentarse en comedores sociales o dormir donde se pudiera: organizó junto a otro “sin techo” una cooperativa para que los que no tenían nada pudieran ganarse la vida recogiendo latas y botellas.

La ley del Estado de Nueva York obliga a los supermercados a cobrar 5 centavos extra por el envase, y a devolverlos cuando el cliente retorna la lata o la botella. Pero muy pocas personas lo hacen, por lo que millones de envases son tirados al sistema de recogida de basuras que, paradójicamente, no cuenta con un sistema eficiente de reciclado. Y aquí entra esta idea de las que actualmente viven más de 7.000 personas en NY: recoger envases y devolverlos a los distribuidores. La necesidad de organizarse en cooperativas nació del hecho de que los supermercados no estaban dispuestos a pagar de una vez más de 12 dólares, lo cual hacía inviable esta ocupación para ganarse la vida. Las cooperativas negocian y devuelven a la vez decenas de miles de envases. Estos deben devolverse sin estar chafados, para que se pueda comprobar que son de tal o cual distribuidor.

Tras varias localizaciones de la cooperativa que incluyó, ¡increíblemente!, un solar en la 5ª Avenida, actualmente se encuentran en East Williamsburg, Brooklyn. Hoy hemos podido visitar a Ana con Javier Bosque. Allí hemos saludado a varias personas de la parroquia y a mucha gente que forma una extraña pero hermosa comunidad: mujeres chinas, hombres jamaiquinos, jóvenes centroamericanos, afroamericanos de Estados Unidos… Casi 300 personas cooperan y se ayudan a completar bolsas de 100 envases iguales, cambiándose los que les faltan por otros “repetidos” como los cromos, sonriendo cuando no hay idioma común, compartiendo una fraternidad que nace desde lo más hondo del corazón humano.

La cooperativa lleva el nombre de “Sure we can”, que es un juego de palabras en inglés. Por un lado significa “Seguro que podemos”; por otro, “Seguro que “lateamos”, es decir, que recogemos latas.

Varios medios de comunicación se han hecho eco de la vida de Ana y de esta realidad de los “lateros” de NY. He aquí algunos enlaces interesantes, desde España hasta Bangkok:

Gracias, Ana, por tu sencillez, tu sonrisa y tu testimonio de pobreza evangélica de la buena, de la que libera, de la que implica darse, dar la vida por los hermanos y hermanas más pobres.

Ana Martínez de Luco

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2 comentarios

  1. ana martinez de luco

    Muchisimas gracias Juan! ni siquiera lo había visto y ahora, por pura casualidad me sale en facebook que a alguien había gustado este articulo. . asi que por fin lo he visto y con preciosas fotos. Gracias de nuevo y FELIZ NAVIDAD para ti y toda tu familia!!
    Ana

  2. Magnífica labor de Ana y “Sure we can” que descubría a raíz del documental El Cuarto Reino.

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