Este fin de semana he estado de retiro en una de las cuevas-ermitas de los hermanitos de Jesús de Carlos de Foucauld en Farlete (Zaragoza, España). Llevo yendo allí, de vez en cuando, (¡menos de lo que querría!), desde el año 1981.
Los hermanitos llegaron a Farlete en 1956. Su noviciado había estado hasta entonces en Argelia, donde vivió Carlos de Foucauld, pero durante la guerra franco-argelina fue asesinado un hermano y decidieron salir de allí. Uno de los hermanitos, que había sido brigadista internacional durante la Guerra Civil española, conocía a la perfección la Sierra de Alcubierre, donde el frente de Aragón se estabilizó durante casi dos años, y propuso este “desierto” de los Monegros como alternativa al sahariano. Y aquí se vinieron los hermanitos, que tuvieron durante 20 años su noviciado internacional en este pequeño pueblo de los Monegros Sur de Zaragoza.
El pueblo de Farlete les ofreció la ermita de Nuestra Señora de la Sabina, a las afueras de esta población, y allí establecieron su casa. Pero, poco después, comenzaron a excavar en los barrancos de la sierra cuevas donde retirarse para tiempos de “desierto”. De allí surgieron cuatro eremitorios individuales (Elías, San Juan Bautista, María Magdalena y Santiago), una cueva comunitaria y un casita en el bosque.
Estas ermitas, gracias a la hospitalidad y el cuidado de los hermanitos, siguen siendo frecuentadas por personas de todo el mundo que buscan un tiempo de retiro. Hoy, Ramón y Enrique, siguen ofreciendo este espacio maravilloso, que he intentado plasmar en mis fotografías de diversos años, a los buscadores de Dios en el silencio y la soledad. ¡Gracias, hermanos!
Espectacular. Me llamo José Manuel y recién le escribí un correo. Tengo alguna experiencia en retiros en alta montaña y con monjes ermitaños y parece un sitio excepcional. Esperando tu contestación recibe un fraterno y cordial saludo.