Las carreteras y caminos de Camerún cuentan su propia historia.
Moverse aquí no es fácil, a pesar de que, desde que llegaron aquí las mototaxis (o, como se llaman aquí por influencia nigeriana, las “okada”), no hay rincón donde no hayamos encontrado un equipo de gente joven dispuesto a llevarnos hasta el fin del mundo.
En esta estación lluviosa, lo peor es el barro y los baches de los caminos y carreteras erosionados por las torrenteras. Pero, con todo, hay belleza en cada rincón de carretera, en las selvas y montañas que los enmarcan, en la gente que transita por ellos…