¡No a la LOMLOE!

Sí al Pacto Educativo, No a la LOMLOE, una ley sin consenso de la comunidad educativa, que incluye estos fines/trampas:

  • Estatalización de la educación. Supresión de la “demanda social” de padres que prefieren la alternativa concertada.
  • Relega a la enseñanza concertada a mera subsidiaria de la estatal.
  • “Derechos de la infancia”: argumento para reforzar el papel del estado frente al derecho de la patria potestad de la madre y el padre.
  • Hacia la “escuela pública única”, acabando con la diversidad y pluralidad actual.
  • Inventa un “derecho a la educación pública”, cuando las Naciones Unidas solo hablan de “derecho a la educación”.
  • Cambio de funciones de gobierno del Consejo Escolar de centro, donde se introducirán funcionarios públicos (¿comisarios políticos?).
  • Posibilita la distribución unilateral del alumnado por parte de la Administración, sin el consenso de las familias.
  • Ataca a la educación diferenciada (colegios de solo niños o niñas), limitando la libertad de las familias.
  • Cuestiona los centros de educación especial, tan necesarios para los niños con grandes necesidades educativas y en contra del criterio de todos los expertos.
  • Posterga la asignatura de Religión, que desaparece prácticamente de la escuela, a pesar de estar en la mayoría de los sistemas educativos europeos. Hace que la enseñanza de la Religión no tenga valor académico y se deba impartir fuera del horario escolar.
  • Niega a la Lengua Española su carácter vehicular en todo el territorio nacional.

España goza de una escuela plural donde la sana competencia entre centros genera una mejora permanente en el sistema. Escuela estatal y escuela concertada, como ya expliqué hace tres años en las Cortes de Aragón, pueden cooperar y apoyarse. Pero no con una ley no consensuada que volverá a ser cambiada en cuanto un nuevo gobierno acceda al poder. Llevamos seis leyes en cuarenta años. Las últimas no llegan nunca a cumplir la década.

Muchos ignoran que las primeras escuelas públicas de España, en convenios con los ayuntamientos, las crearon los escolapios en el siglo XVII, obras de José de Calasanz, genial educador aragonés y patrono de todas las escuelas populares. El Estado tardó casi dos siglos más en darse cuenta de la importancia de garantizar este derecho a todos los niños y niñas.

¡Basta de marear a los profesionales, chavales y familias! Es posible llegar a acuerdos aprobados por la mayoría, pero no de esta manera. ¡Sí al Pacto Educativo, no a esta LOMLOE!

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