Juan Gerona Peña

ARAGONÉS Y CIUDADANO DEL MUNDO

Hoy se cumplen veinte años de la muerte de Juan Gerona, un aragonés que terminó siendo un verdadero ciudadano del mundo. Tuve el privilegio de ser su amigo y creo que la sociedad aragonesa y española harían bien en descubrir y reconocer la valía de este hijo suyo.

Juan José Gerona Peña nació en Sariñena el 27 de noviembre de 1930. Su padre, Juan Gerona Almech, con raíces en Berbedel, era notario y llegó a Sariñena en 1927, desde donde marchó de nuevo con su esposa y sus cuatro hijos en 1935 a hacerse cargo de la notaría de Boltaña. La guerra civil sorprendió a toda la familia en San Sebastián. Tras conseguir llegar a Zaragoza, ocupó notarías en Calatayud, Manresa, Barcelona y Madrid. Todo ese trasiego configuró la personalidad de nuestro protagonista, Juan Gerona Peña, y le ayudó a ser ese ciudadano universal en el que se convertiría con el tiempo.

La familia Gerona-Peña. Juan es el niño detrás de su padre

Tras sus primeros años en las escuelas de Sariñena, Boltaña y Calatayud, hizo el bachillerato español y francés en Manresa, destacando por su enorme facilidad para el aprendizaje de los idiomas. Al terminar, estudió en la universidad de Barcelona, donde obtuvo su título de Licenciado en Derecho siguiendo la tradición familiar.

Después de la mili se empezó a preparar para la carrera diplomática en Salamanca y Madrid. Al principio de 1958 contrajo matrimonio con Isolina Fantini, una joven italiana a la que había conocido en Edimburgo estudiando inglés. Meses después aprobó con brillantez las oposiciones, pero su matrimonio se convirtió en un grave escollo para su carrera diplomática debido a que el gobierno de Franco prohibió que entraran en ella quienes estaban casados con extranjeros. Pero, además, iba a concurrir otra circunstancia todavía más dramática: el 9 de junio de 1959, de madrugada, la temida Brigada Político-Social golpeaba la puerta de su casa para arrestarlo.

Juan Gerona formó parte del Frente de Liberación Popular (FLP), más conocido por el apodo de felipe. El FLP era una organización antifranquista y anticomunista que buscaba ocupar, en los años en los que se iniciaba el “diálogo” entre católicos y marxistas, un espacio radical “a la izquierda de la izquierda”. Del felipe, que se mantuvo activo hasta 1969, formaron parte importantes figuras de la Transición: Manuel Vázquez Montalbán, Raimundo Ortega, Miquel Roca Junyent, Narcís Serra, Pasqual Maragall, Manuel Castells, Nicolás Sartorius, Carmen Iglesias, Manuel Jiménez de Parga, Alfonso Comín, Joaquín Leguina, José Ramón Recalde…

El PCE propuso la convocatoria de una “huelga nacional pacífica” que tendría lugar en junio de 1959. El FLP la apoyó y participó en su organización. Pero al fracasar ésta varios de sus dirigentes fueron juzgados como autores de un delito de rebelión y condenados a diversas penas de prisión. Juan Gerona fue condenado a tres años de prisión porque al ser arrestado se encontró en su casa la multicopista con la que se habían ciclostilado miles de octavillas repartidas luego por todo Madrid. Tierno Galván, su profesor y futuro alcalde de Madrid, dijo de él: “Gerona era un estudiante de sumo talento, de gran memoria, de mucha capacidad de estudio, que sentía una clara repulsión por las injusticias sociales”.

Juan Gerona, el primero sentado en el suelo, en la cárcel de Carabanchel con presos socialistas, comunistas y del FLP en 1959

Juan Gerona acabó en la prisión de Cuenca. Allí, entre presos comunes, comenzó a traducir libros. En mayo de 1963 se trasladó a Ginebra, donde consiguió un puesto como traductor temporero para la ONU. En 1964 se incorporó a la sede de la ONU de Nueva York, en la que llegó a ser Jefe del Servicio de Traducciones al Español. En ese puesto contribuyó a la defensa de nuestra lengua en su utilización práctica en las Naciones Unidas. Suya fue la iniciativa de redactar un útil Manual del traductor que ha ayudado a muchos a tener una herramienta práctica para enfrentarse a textos y fórmulas sumamente complejos.

Juan Gerona fue un consumado políglota que, además del español, el catalán, el francés y el inglés, dominaba la traducción del ruso, el italiano y el portugués. En los últimos años de su carrera profesional se dedicó con entusiasmo a alcanzar el dominio del chino y el árabe y así completar las seis lenguas oficiales de la ONU.

Juan Gerona, en el centro, en una sesión de trabajo en las Naciones Unidas

Es difícil cuantificar su innegable contribución al orden mundial a través de la Naciones Unidas. Juan trabajó o dio el visto bueno a la publicación en español de los escritos más importantes de la Naciones Unidas durante casi tres décadas, un trabajo que exigía precisión, pero también negociación y consenso. ¡Todos los legisladores saben lo que una coma mal puesta puede acarrear! Visitó decenas de países en diversas misiones y otros tantos con su mujer con el deseo de conocer de primera mano la realidad de los países más pobres o controvertidos.

Su casa estuvo siempre abierta a los amigos y colegas de la ONU: los escritores Eduardo Mendoza, Juan Gelman y Aquilino Duque; los traductores Amparo Alvajar, Miguel Sáenz, Fernando Santos Fontenla y Juan Anllo; el historiador Nicolás Sánchez Albornoz; los economistas Gabriel Tortella Casares y Carlos Bustelo…

Además de las lenguas, entre sus grandes aficiones estaban el ajedrez, el jazz, la ópera… Fue un gran viajero que visitó más de cuarenta países, muchos de ellos de campin, para conocer la realidad de la gente sencilla. Pero la palma se la llevaba la lectura: era capaz de leer un libro por día, por lo que terminó siendo un hombre cultísimo que sabía de cualquier tema. También era un hombre de corazón sensible y compasivo. Conectaba bien con los marginados y los más pobres, a los que conoció tanto en su barrio neoyorquino como en ciudades alejadas de todo el planeta, no sin verse metido a veces en algún peligro.

Juan murió en Dallas el 11 de enero de 2003. El 5 de abril de 2003 fueron inhumadas sus cenizas en el panteón familiar del Cementerio Municipal de Barajas, Madrid, en presencia de su esposa, Isolina, y sus hijos Carla y Johnny.

Estoy preparando un libro que, Dios mediante, saldrá a lo largo de este año, para dar a conocer el profundidad la grandeza de esta paisano nuestro al que me unió una gran amistad. De momento, válgannos estas líneas para dibujar un pequeño perfil de su figura.

Isolina, Juan Gerona y Juan Yzuel en 1992

(Artículo publicado en Heraldo de Aragón el 12 de enero de 2023)

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