
El pasado 19 de noviembre presenté mi último libro, «Ciudadano del mundo: Biografía de Juan Gerona Peña», en la Escuela de Diplomacia del Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid.
Fue una tarde llena de historia, reconocimiento de las aportaciones de Juan Gerona Peña a España y al mundo a través de la ONU, y de comentarios afectuosos de personas que conocieron y quisieron a este sariñenense universal y poco conocido entre los suyos.
El acto comenzó con la bienvenida de Cecilia Robles, directora de la Escuela de Diplomacia, que agradeció a todos su presencia y apuntó al hecho de que Juan Gerona ganó las oposiciones al cuerpo diplomático en 1958 pero nunca llegó a esta escuela por haber sido excluido de la convocatoria por el hecho de estar casado con una italiana, algo que le llevó luego a su compromiso político, la cárcel y, finalmente, su marcha a la ONU como funcionario para llegar a desarrollar su vocación de ser un hombre internacional.
Tras mi presentación de su vida a grandes rasgos, con la ayuda de abundantes fotografías, intervino Johnny Gerona, su hijo, que aportó la visión que como niño y adolescente tuvo de su padre, además de contarnos anécdotas de sus viajes y perspectivas que solo en el entorno familiar se pueden ver. Subrayó el permanente compromiso de su padre de lucha contra el fascismo, tan urgente hoy en día. Le siguió su hermana, Carla Gerona, que como profesora de Historia en la Georgia Tech University de Atlanta apreció aspectos de la biografía de su padre que ella, como hija, no conocía hasta leerlos ahora, pues tanto ella como su hermano han vivido siempre desde una óptica de hijos. Finalmente, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, embajador de España, contó su visión de Juan en las dos ocasiones en que sirvió en la embajada ante la ONU, primero como auxiliar y luego como embajador. Él fue quien le entregó a Juan Gerona la Orden del Mérito Civil en 1991. Pidió que el Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha colocado una gran placa con los nombres de diplomáticos que fueron represaliados por el régimen de Franco, también reconozca de forma especial la aportación de Juan Gerona, que ganó las oposiciones a la
No faltaron las intervenciones del público, comenzando con la de Miguel Sáenz Sagaseta de Ilúrdoz, amigo y compañero de Juan en la ONU y académico de la Real Academia de la Lengua Española, que valoró la aportación del biografiado a la traducción del español en la ONU. Su nieta Nina leyó un texto cariñoso sobre su abuelo y, seguidamente, Irene López, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sariñena, agradeció el que este libro haya hecho posible dar a conocer el periplo vital de este paisano que terminó siendo un gran ciudadano del mundo además de llevar con orgullo el haber nacido en la capital de Los Monegros.
Entre los asistentes se encontraban otros embajadores, como Francisco Villar, que consiguió la Medalla para Juan Gerona, y Luis Calvo Merino, además de Ignacio Astarloa, sobrino de Juan Gerona, político del PP y Secretario de Estado de Seguridad de España entre 2002 y 2004.
Tras la presentación, Carla y Johnny invitaron a todos los presentes a un picoteo en la cafetería de la escuela, amable y eficientemente servido por Manuel Mangas, donde se creó un ambiente de fraternidad y de alegría entre los dieciocho miembros de la familia Gerona que habían acudido desde Madrid, Cataluña y Estados Unidos.
Personalmente, me siento muy agradecido a toda la familia por su confianza durante estos cinco años en darme información, documentos y fotos para elaborar la biografía de Juan. También a Juan Antonio Yáñez-Barnuevo por haber gestionado con Cecilia Robles la cesión de este salón de actos tan emblemático y hermoso, y a Gabriel Alou y María Olivas, diplomáticos de la escuela, por al gestión del evento.
Junto a mis amigos de Madrid, todos invocamos del mundo del olvido los nombres de Juan y su esposa Isolina, que fueron luz y calor para mucha gente en Nueva York y cuya memoria puede iluminar a las generaciones futuras en un momento de la historia donde la Organización de las Naciones Unidas, tan necesaria, pasa por una tremenda crisis de identidad, organización y eficacia.
