Nunca habíamos estado en esta situación, con las iglesias cerradas para evitar contagios por el coronavirus. Nuestra comunidad local, la iglesia del Espíritu Santo de la parroquia del Actur, ya lo sugirió así antes incluso de que la Conferencia Episcopal Española lo anunciara como media general y el Gobierno declarara el estado de Alerta, que también lo impide.
Así que hemos visto la misa de las 10:30 en la 2 de Televisión Española…
El arzobispo de Madrid, Cardenal Osoro, la ha presidido en una pequeña capilla donde solo estaban cuatro hermanas salesianas -que ayer tenían planeado celebrar los 75 años de su colegio–, un diácono permanente y el párroco de la zona, además de todos los técnicos de RTVE.
Ya sé que no son días de críticas innecesarias, pero no puedo dejar de decir esto para que nuestra Iglesia se ponga las pilas. ¡Esperamos mucho más de nuestros pastores! La puesta en escena de toda la liturgia, en general, ha sido muy pobre. Un aplauso a las hermanas salesianas, pero estoy seguro de que cualquier cantautor católico de Madrid, con las debidas medidas de protección, se habría ofrecido a apoyar esta eucaristía tan importante, seguida hoy por más de dos millones de personas. Dadas las circunstancias, me ha dejado muy triste la poca calidad de la homilía del Cardenal Osoro, opinión compartida por toda mi familia, en especial mis hijos. Tenía él delante, y lo sabía, la mayor audiencia en la historia de este programa. Pero el sermón, que además estaba basado en un maravilloso pasaje del evangelio, el encuentro de Jesús con la Samaritana (Juan 4,5-43), ha estado lleno de frases hechas, lugares comunes y agradecimientos repetitivos. Ni el más sencillo lenguaje inclusivo, teniendo en cuenta que delante solo tenía a cuatro religiosas… Lo de estar viendo el móvil, tras la comunión, para llorar. ¡Qué pena! Me emocioné mucho más oyendo ayer la arenga del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar el estado de alarma.
Yo hubiera hablado más al corazón de la gente. En estos momentos, como la Samaritana, todos tenemos una gran sed: sed de salud, sed de libertad, sed de seguridad, sed de abrazos y besos… Por ello, volvemos nuestros ojos al Señor. Solo Él nos da un agua que sacia toda nuestra sed. Pongámonos a sus pies, aprovechemos estos días para orar más, para leer el evangelio, para volver a ritmos vitales que incluyan un poco de silencio, de meditación… Bendigamos al Señor al sentarnos a la mesa, con nuestros hijos o familiares, por tener comida en el plato. Acabemos el día dando gracias juntos por un día más. Pidamos fuerza y salud para todos los profesionales que están en primera línea de contagio y siguen al pie del cañón. Intercedamos por los que están enfermos y necesitan encontrar en Jesús la fuente de la verdadera Esperanza…
Hoy, España entera ha sido una gran Misa, por muy laica que fuera. Muchos han recibido una Palabra de aliento a través de los cientos de mensajes de wasap que hemos compartido. Otros han tenido conversaciones con familiares y amigos con los que no hablaban hace tiempo. Un buen grupo de profesionales se han ofrecido a sí mismos en el altar del servicio con generosidad. Las familias han preparado la mesa, los juegos, la película o un meme con especial cariño. Los artistas han coloreado el día de música y risas. Algunos han reprimido sus frustraciones e impaciencias por compasión a los demás… En todo esto, aletea el Espíritu del Señor. En cada gesto de Amor anda siempre Dios metido.
Hermosa reflexión sobre la gran MISA laica celebrada en España,llena de relacione, ánimos y participación. Crítica al sermón del Obispo por sus frases hechas, lugares comunes y agradecimientos repetitivos. Está claro que los”Pastores” no son capaces de salir del paradigma antiguo y actualizarlo al nivel de nuestro tiempo. Saludos.
De acuerdo Juan. Ya sabes que yo no soy practicante, pero convivo en los voluntariados con personas muy creyentes y tu opinion ha sido muy comentada y compartid, pero esto es así. Un abrazote, amigo.
Estoy completament de acuerdo.
M. Sistach.
Gracias, Juan. Muy acertado el artículo. Un beso muy fuerte a mi compinche, Susana.
Completamente de acuerdo con la crítica
Soy argentina y, por tanto, no he visto la citada Misa. Pero comparto la decepción del autor de la nota.
¡No se les cae una idea sobre la oportunidad de celebrar de otra manera, de llegar con pasión al corazón del pueblo sufriente o atemorizado!
¿Por qué cada comunidad no participa de una celebración donde se vea al Jesús presente? Con frases, reflexiones, anécdotas…
Hola Juan, esta actitud de recitar los sermonrs, por decirlo de alguna manera,esta un poco generalizada, aunque de vez en cuando si vas cambiando de iglesia encuentras un buen orador que sabe transmitir y hacer llegar el mensaje que pretende, he oido en algun sermon que no hemos de tener en cuenta si un sacerdote sabe llegar mas que otro o es mas aburrido, creo que falta un poco de autocritica, desconozco exactamente las materias que se dan en el seminario, pero creo que tendrian que hacer mas clases de como transmitir el mensaje para llenar los templos, aqui en Castelldefels Mosen Sala que en paz descanse, llenaba la iglesia se entusiasmaba con lo que explicaba, hacia que mantuvieras la atencion constante con lo que decia y siempre aprendias algo nuevo. Aqui los domingos sintonizamos la misa desde la Abadia de Montserrat y dependiendo quien dice el sermon es mas ameno o mas de lo mismo frases hechas. Dificil veo que a corto plazo cambie la manera mientras seguiremos buscando al buen orador, al buen pastor. Un abrazo muy fuerte para toda la familia y cuidaros estos dias tan complicados.