Carta abierta de un cristiano a José Antonio Labordeta

Conocí personalmente a Labordeta en 1983, cuando vino con otros grupos aragoneses a participar en el Día de la Hispanidad de Nueva York. Nuestra conversación y una anécdota graciosa quedó brevemente reflejada en su libro Banderas rotas (pág. 195). Este verano le escribí una carta personal para agradecerle lo que su música y su compromiso con la gente han supuesto en mi propia existencia como cristiano. La resumo aquí, como una carta abierta, en estos días en que mi corazón llora la partida de un amigo, así como mis ojos ven el nacimiento de una nueva estrella en el cielo.… Seguir leyendo…