Amantina Durán forma, junto a Natalio, una de las familias más comprometidas con la parroquia y las fraternidades de la Transfiguración.
Pero ella, además, aporta algo especial a la comunidad. Hace años que contrajo la enfermedad de Lyme, provocada por la picadura de las garrapatas de los bosques de esta zona, que pasan así una bacteria de los ciervos o los roedores al ser humano.
Amantina lleva esta enfermedad que le provoca muchos dolores y fragilidad con gran paciencia y confianza en el Padre. En un rincón de su casa, como muchas familias de las fraternidades de la Transfiguración, tiene un rincón de oración y allí está la “Oración del Abandono” de Carlos de Foucauld. La escribo aquí en la versión que Bryan usaba, uniéndome a la confianza de Amantina.
Oración del Abandono
Padre mío,
me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo,
todo lo acepto,
Con tal de que tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi alma entre tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón
porque te amo
y es para mí una necesidad de amor
el darme,
el entregarme en tus manos,
sin medida,
con infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.
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