Hoy, domingo, misa en la parroquia de la Transfiguración. Su párroco actual es Monseñor Anthony Hernández, canciller de la diócesis de Brooklyn.
Al salir de aquí en 1987 rumbo a Camerún, escribí una canción que el coro ha vuelto a cantar en la misa: el Himno de la Transfiguración. En estas palabras expresé todo lo que viví junto a su anterior párroco, Bryan Karvelis, y tanta gente a quienes sigo considerando mis hermanos y hermanas. Por eso estoy aquí, junto con mi familia: para dar gracias por Bryan, por su entrega total a Dios y a los más pobres que me enseñó a vivir el evangelio más profundamente.
Himno de la Transfiguración
Venimos de muchos sitios
y juntos aquí llegamos
para seguir en la lucha,
paso a paso, como hermanos.
Somos la gran familia
de la Transfiguración.
Juntos hacemos camino
tras las huellas del Señor.
Dejamos nuestros países
buscando trabajo y paz.
Y hemos echado raíces
en la fe y en la hermandad.
Dicen que las fronteras
deben estar cerradas.
¡Con corazón sin barreras
romperemos la alambrada!
Queremos ser signos vivos
en medio de Nueva York
de que la plena alegría
es vivir brindando amor.
En medio del sufrimiento
que crea la gran ciudad,
somos testigos del Reino
en servicio a los demás.
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