El 7 de julio, por la tarde, Javier nos llevó desde Bamendjou a Bandjoun, apenas a media hora de distancia, donde hay una comunidad en la que nos acogió Marcel Ayuni y Stanis Krzus, el último escolapio polaco que queda en Camerún. Por cierto que, según me dicen, Stanis tiene por norma evitar hacerse presente en ceremonias de cuatro horas, por lo cual le alabo el gusto. Llovía bastante, por lo que no hemos podido visitar la escuela secundaria de los escolapios, pero hemos comido muy a gusto y hemos partido para Baffoussam (foto) y Bamenda. Y aquí estamos, con Romeo Ngemtheu, Kisito Chilla y Jude Rauch, la pequeña comunidad que atiende a la misión de Menteh-Nkwen, cercana a Futrú-Nkwen.
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Veo que estáis disfrutando mucho del viaje